Omento

El epiplón como tejido graso que aísla los órganos abdominales

El epiplón es una doble capa membranosa de tejido graso que cubre y sostiene los intestinos y los órganos en la zona abdominal inferior. El epiplón está formado por el epiplón mayor, que es un importante depósito de grasa y el epiplón menor que conecta el estómago y los intestinos con el hígado.

Las manchas lechosas en el epiplón mayor contienen glóbulos blancos que ayudan a la inmunidad al eliminar los desechos celulares.

Grasa visceral y riesgos para la salud relacionados

La grasa depositada en el epiplón forma parte de la grasa visceral; el resto de la grasa visceral está profundamente incrustado entre los órganos. El exceso de depósitos de grasa visceral en el área abdominal da lugar a la obesidad central. Un cuerpo con un vientre protuberante se denomina "en forma de manzana". Es distinto de un cuerpo "en forma de pera" en el que la grasa se deposita alrededor de las caderas y los muslos y es grasa subcutánea. Un cuerpo en forma de manzana es un factor de riesgo para el síndrome metabólico o síndrome X, trastornos que pueden conducir a trastornos metabólicos y un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, así como diabetes tipo 2. Las complicaciones incluyen enfermedad renal y hepática.

Grasa visceral como un órgano similar a la endocrina

Las células adiposas abdominales se pueden tratar como órganos endocrinos activos que producen hormonas. Un exceso de grasa abdominal interrumpe el funcionamiento de las hormonas. Las células de grasa liberan sustancias químicas como las citoquinas y la interleucina-6 que aumentan el riesgo de enfermedades del corazón. También tienen un efecto nocivo sobre la presión arterial y la capacidad de coagulación de la sangre. Una gran cantidad de grasa visceral en el cuerpo conduce a un aumento del colesterol LDL o malo y una disminución en HDL o colesterol bueno. También resulta en resistencia a la insulina por lo que los niveles de glucosa en sangre aumentan. Esto puede conducir a la diabetes.

Factores de riesgo de grasa visceral y síndrome X

La dieta, el estilo de vida sedentario, la falta de ejercicio y los cambios hormonales contribuyen a la acumulación de grasa en la región abdominal. Las pruebas para establecer el síndrome X incluyen medir la presión arterial, la glucosa, el colesterol y los niveles de triglicéridos.

Beneficios para la salud de la reducción de la grasa abdominal

La reducción de peso es el objetivo final de cualquier procedimiento de tratamiento adoptado para abordar el síndrome metabólico. Los cambios en el estilo de vida, la medicina y la cirugía son las opciones de tratamiento disponibles para reducir el peso y reducir el riesgo de enfermedad cardíaca y diabetes.